La Organización Mundial de Sanidad Animal es el organismo intergubernamental encargado de mejorar la salud y el bienestar animal en el mundo. Fue creada en virtud del Convenio Internacional del 25 de enero de 1924 y ha conservado sus siglas históricas «OIE». La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha reconocido las normas dictadas por la OIE como una referencia mundial. La OIE contaba en el 2018 con 182 Miembros y dispone de 12 Representaciones regionales y subregionales en todos los continentes. LA OIE actúa con el apoyo permanente de sus Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores. En relación permanente y oficial con otras  organizaciones internacionales, en particular las instituciones financieras internacionales que respaldan los programas de control de enfermedades, la OIE les aporta una pericia científica y técnica.

En aplicación del mandato recibido de sus Miembros, la OIE reúne, analiza y publica la información científica sobre los métodos de control de las enfermedades animales, incluidas aquellas transmisibles al ser humano, las zoonosis. La Organización informa permanentemente a sus Miembros de la situación y evolución de esas enfermedades en el mundo, elabora y propone para su adopción por los Países Miembros normas internacionales que les permiten controlar estas enfermedades y protegerse de la importación de patógenos evitando al mismo tiempo obstáculos comerciales injustificados. En materia de inocuidad de los alimentos, la pericia normativa de la OIE se centra en la prevención de los peligros existentes antes del sacrificio de los animales o durante el tratamiento primario de sus derivados: carnes, leche, huevos, etc.

La OIE cumple también una función determinante para el bienestar de los animales al ser la única organización mundial que trabaja en este ámbito. Gracias a la acción de la OIE, las actividades de los Servicios Veterinarios son reconocidas como un Bien Público Mundial cuyas misiones se llevan a cabo en beneficio de las generaciones futuras y de la comunidad internacional en su conjunto.

Su puesta en conformidad con las normas internacionales de calidad debe ser una prioridad para las inversiones públicas, por ello, la OIE se esfuerza por convencer a los países desarrollados y a las instituciones financieras internacionales que respalden a los países pobres y sus Servicios Veterinarios. A través de los programas de apoyo a los Servicios Veterinarios, gracias a la herramienta “PVS” (Evaluación de las Prestaciones de los Servicios Veterinarios), la OIE ayuda activamente a los países en vías de desarrollo y en transición a cumplir las normas internacionales de calidad que adopta y publica con el acuerdo unánime de sus Miembros. Con su pericia y las acciones de formación de altos funcionarios, que son los Delegados de los países ante la Organización y sus puntos focales nacionales.